Este cangrejo japonés es especialmente curioso, ya que su caparazón parece representar una cara asiática. Y no menos sorprendente es la razón de todo esto...
La historia comienza en 1185, cuando el emperador de Japón y jefe del clan de los samurais heikes, Antoku, que contaba con 7 años (y curiosamente se había convertido en emperador cuando apenas tenía un mes de vida), se había visto envuelto en una guerra contra los genjis (batalla de Dan-no-ura), en la que se disputaba en control de este país.
El encuentro decisivo entre ambos bandos fue en alta mar el 24 de abril de ese mismo año. Por una parte, 3.000 barcos de los genjis y tácticamente superiores, y por otra, 1.000 de los heikes, que se movían por aguas poco conocidas. Finalmente, fueron vencidos. Y, la abuela de Antoku y este mismo, prefirieron suicidarse lanzándose al mar antes de caer en las manos del enemigo, seguidos del resto de los samurais heikes.Y dice cuenta la leyenda, que el espíritu de todos estos samurais quedaron encerrados en estos cangrejos.
Los pescadores, movidos por la leyenda, tenían por costumbre devolver al mar todos aquellos cangrejos que tuviesen cierta similitud con una cara humana, por lo que estos cangrejos tenían mayor oportunidad de reproducirse con semejantes y perfeccionar las caras de sus caparazones. Este proceso se conoce como selección artificial.
"La selección artificial es un proceso por el que el hombre separa para distinto uso reproductivo los ejemplares de una especie vegetal o animal dependiendo de sus características. Esta actuación, llevada a cabo a lo largo de varias generaciones, consigue la aparición de variedades razonablemente estables, que son empleadas posteriormente con fines agrícolas, ganaderos o de otro tipo. Por wikipedia"
~ para más información ~
http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Dan-no-ura
martes, 18 de noviembre de 2008
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