martes, 18 de noviembre de 2008

El zen

Enrealidad no escribo esta entrada para hablar de la historia del zen o de que trata exactamente, porque, según sus propias enseñanzas, el zen en sí mismo es este momento. Es decir, el zen es el estado natural de todas las cosas. Y la búsqueda del zen, estando en el propio zen, implica no encontrarlo ¿Me explico? Como decía Pai-Chang: "buscar la Naturaleza Búdica es como ir a buscar un buey montado en un buey".
Así que toda historia, comentarios o discusión sobre el zen será en vano. No sirven absolutamente para nada. Según Hui Neng (uno de los grandes maestros zen):

"No se trata en absoluto de practicar el dhyana [meditación] o de buscar el satori [la Iluminación]; se trata de mirar dentro de uno mismo, de ver dentro de nuestra propia Naturaleza (...) Cuando se entiende la Doctrina Abupta se comprende que no hay necesidad de disciplinarse en las cosas externas, tal es la certeza de quienes ven (conocen) por sí mismos"

Esta es la rama más disparatada, incomprensible, divertida y contradictoria del budismo, y con total seguridad... jurado con una mano en el corazón y la otra sobre la wikipedia xD.

Para hallar la comprensión de muchas de sus aparentes contradicciones, hay que aprender a no juzgar en términos de si o no, blanco o negro, o bien o mal. Es decir, eliminar los juicios de la realidad en sí, pues la realidad sigue siendo la misma. Pongamos el ejemplo de que una persona mide 1.70 en un país cuya altura media es de 1.50 ¿Es alto o bajo? ¿Y si ahora se va a otro país cuya altura media sea de 1.90? En ambos caso esta persona sigue midiendo lo mismo, pero los juicios cambian en función de qué forma la veamos.

Y hasta aquí como breve introducción. No son necesarias más palabras, sólo serviría para alargar la entrada...

Pero bueno, para finalizarla y fijarnos (para luego tener que posteriormente eliminar tal juicio) la idea de lo contradictorio del zen, un escrito de "Ch'eng-ku"

"Es esencial para ti que abandones y prescindas de tus anteriores conocimientos, opiniones, inter­pretaciones y comprensión. Pero no se logra dete­niendo la mente, ni mediante una temporal renuncia; hacerlo sería engañarte a ti mismo desperdiciando el cuerpo y la mente, y al final no conseguirías nada.
Te digo que nada hay comparable a cesar y desistir. No hay ningún lugar al que aplicar tu mente. Com­pórtate como un imbécil las veinticuatro horas del día. Sé espontáneo y ligero, deja que tu mente sea como el espacio, pero un espacio sin límites. Debes ir más allá de la luz y de la oscuridad, del budismo, del cuerpo o de la mente, cada año debes avanzar más en ello. Si no lo­gras olvidarlo todo, habrás vivido en vano. Por eso se dice: «Aunque aprendas cuestiones relacionadas con la Budeidad, todavía haces un mal uso de tu mente. Debes liberarte de las preocupaciones y ser normal».
Sin embargo, es sin duda difícil hallar a este tipo de personas. No sólo ahora, sino en cualquier época. Si ya era difícil antiguamente, ¡cuánto más lo será en la ac­tualidad, que la gente que estudia es ahogada en la ma­leza por los viejos calvos e ignorantes que los guían! Por eso se dice: «Al principio nuestros ojos veían con clari­dad, pero se empañaron por culpa de los maestros»."

No hay comentarios: